A primera vista, diseñar un buen logotipo puede parecer una tarea de «coser y cantar». Sin embargo, crear un logo de calidad que exprese claramente la idea principal es bastante más complicado que eso.
A lo largo de este artículo te daré las pautas más importantes a tener en cuenta para comenzar con el diseño del logo propiamente dicho. Además, te contaré algunos trucos útiles que te permitirán ponerte en marcha y obtener el mejor resultado posible.
¡Genera un logotipo atractivo a partir de los siguientes consejos!
¿Qué es un logotipo?
Lo más habitual es ir a la RAE y buscar su definición. Nos dice la Real Academia que un logotipo es un: «Símbolo gráfico peculiar de una empresa, conmemoración, marca o producto.» Sin embargo, esta lacónica definición se deja muchos matices en el tintero.
En el mundo de la publicidad, los profesionales distinguen entre varios tipos de logos: logotipo, imagotipo, isotipo o isologo, dependiendo de si está formado solo por letras, solo por imágenes, por imágenes y letras o por la unión de un símbolo gráfico y un texto a partir de la representación de signos tipográficos.
¿Qué tener en cuenta a la hora de crear un logo?
El logo es la imagen corporativa de una empresa y por tanto, se trata de uno de sus aspectos esenciales.
Lo primero que hay que comprender es que un buen logotipo debe utilizar los diferentes colores, formas y tipografías para reflejar los valores esenciales de la empresa. El objetivo principal de un logo es inspirar confianza y diferenciarse de la competencia.
En segundo lugar, hemos de diseñar un logotipo con mucha información, esmero y con la mente clara, ya que si no está bien pensado puede causar un efecto contrario al que pretendemos.
Características básicas de la versión original de un logotipo
- Debe ser simple, fácilmente reconocible y memorizable.
- Debe llevar como máximo tres colores.
- La tipografía ha de ser legible.
- No tiene que incluir sombras ni degradados.
- Debe mostrar de alguna forma los servicios que ofrece la empresa.
- Es importante su versatilidad para que sirva para todo tipo de soportes.
- Tiene que ser escalable sin perder calidad, para ello ha de ser una imagen vectorial.
- Tiene que contener elementos atemporales para no quedar obsoleto en dos o tres años.
- Debe visualizarse correctamente en blanco y negro.
- Han de poder invertirse los colores y aún así verse bien.
- No ha de dar lugar a imágenes que puedan causar malos entendidos.
Es hora de hablar con tu cliente
Para llevar a cabo una planificación correcta y eficiente, es importantísimo que le hagas a tu cliente una serie de preguntas. De esta forma podrás hacerte una idea clara de lo que necesita y de lo que quiere para enfocar adecuadamente tu trabajo.
Preguntas tales como nombre de la empresa, significado del nombre, sector, servicios y productos que ofrece. Cuál es su antigüedad, cuáles son sus competidores principales y su público objetivo. ¿Tiene logotipo actualmente? Cuáles son las razones por las que quiere rediseñarlo. ¿Qué desea transmitir? Consultarle sobre sus preferencias de estilo, colores favoritos y dónde se va a utilizar el logotipo, entre otras cosas.
Todo lo que consideres importante para inspirarte puedes consultarlo con tu cliente; eso sí, no lo agobies con demasiadas preguntas o lo perderás por aburrimiento. A partir de sus respuestas tendrás una idea clara para comenzar y también, en base a ellas, podrás elaborar el presupuesto.
Cómo diseñar el logo propiamente dicho
Ha llegado el momento de poner manos a la obra. Y, aunque cada diseñador tiene su particular forma de trabajar, las más habituales son:
- Tormenta de ideas: para analizar las fortalezas y debilidades de la empresa.
- Bocetos: no importa si no dibujas bien, haz decenas de garabatos con tus ideas y tarde o temprano llegarás a la imagen que necesitas.
- Digitalización del diseño: es el momento de abrir tu programa de diseño vectorial favorito: Corel Draw, Inkscape o Adobe Illustrator, entre muchos otros.
- Envío de tu propuesta al cliente: bríndale la posibilidad de opinar antes de darle el formato final.
- Revisión y retoques: una vez que el cliente acepta tu propuesta, es momento de pulir los detalles.
- Envío del material: prepara el logo en los diferentes formatos: pdf, png, jpg, etc.
¿Quieres saber más? ¿Cuál es tu método para diseñar un buen logo? ¡Compártelo con nosotros!