Seguramente, estés escuchando muchas historias acerca del mundo del póker.
Se trata de un juego de naipes con una creciente popularidad, pero que cuenta con mucha historia dentro del mundo de los juegos. El aumento de los casinos online y del profesionalismo, entre los jugadores, son dos causas que explican el aumento de su fama. A lo largo de estas líneas, no vamos a detallarte ningún tutorial que te convierta automáticamente en jugador profesional, porque, sencillamente, éste no existe. El póker es un juego de muchas partidas, mucho aprendizaje y nadie tiene la fórmula secreta para convertirse en un excelente jugador de cartas.
Por consiguiente, el primer consejo de este texto explicativo se centra en que uno no se hace millonario a las primeras de cambio. Hay que tener unos conocimientos y experiencia, a lo contrario que puede suceder en otros juegos de naipes. Y sí, claro, la suerte también desempeña un protagonismo en esta curva hacia el profesionalismo. Pero empecemos por los comienzos. Aplacemos esa idea de un juego de reciente creación. En el nacimiento del póker hay infinidad de teorías, aunque todas tienen algo en común: se trata de un juego prehistórico. E incluso más allá. De hecho, no hay consenso a la hora de certificar dónde está el origen del póker. Algunas teorías hablan acerca de un origen chino; otros dicen de un origen francés; e incluso teorías de origen inglés; y en todos esos casos, hablan de una especie de fusión de varios juegos de cartas. En todos ellos, la fecha sería anterior a Cristo.
Independientemente de sus orígenes, que no son muy actuales, el póker cuenta con 52 cartas en su baraja (anteriormente fueron 32) y es un juego completamente legislado, incluyendo en este ámbito a España. Por tanto, es legal jugar al póker en aquellos sitios establecidos para ello, como un casino presencial u online, un ámbito en fuerte crecimiento gracias a las tecnologías y la posibilidad de jugar en cualquier sitio, a cualquier hora y desde cualquier dispositivo. Y sí, contra rivales de cualquier lugar del mundo y de asistir a grandes eventos en donde aprender de los profesionales.
Llegados a este punto, ¿cómo se hace uno jugador de póker profesional? A diferencia de hace años, e incluso décadas, hoy en día hay muchos caminos a través de los cuáles ir aprendiendo esta profesión; sí, decimos profesión porque al final de un duro y sinuoso camino de aprendizaje, quizá se puedan participar en grandes torneos en donde, con un poco de habilidad y suerte, se resuelva la vida desde el punto de vista económico. Como decíamos, antes no había muchos cauces para aprender al póker. Ahora, sí; veamos algunas recomendaciones que podéis seguir si os gustan las cartas y en especial esta baraja de 52 cartas.
Un primer paso es empaparse de los números libros que se han escrito sobre póker. No nos referimos a textos donde se cuentan historias victoriosas de este juego, sino sobre aquellos libros en donde se explican todas las normas del juego. Y esto es básico, porque el póker, a diferencia de otros juegos de cartas, tiene muy en cuenta el tema del aprendizaje. Saberse todas las combinaciones posibles y reglas existentes es fundamental. Sin esto, prácticamente, es mejor que no se continúe en este mundo del póker.
Impulso de las nuevas tecnologías
De manera simultánea, hay diferentes escuelas de póker en las que inscribirse y ser aleccionado sobre este juego, como sucede en otros ámbitos formativos de la vida. Incluso, en algunas escuelas, quizá haya algún invitado profesional que aporte algunos de sus secretos, aunque serán secretos ya conocidos. Ningún buen jugador revela sus cartas, y en esto nos referimos a una parte esencial del póker. Este juego exige controlar muy bien los sentimientos, los gestos, las emociones. Ocultar estos aspectos al contrario es una parte tan esencial como saberse todas las reglas del juego. Aunque añade un grado de dificultad. Saberse las reglas es cuestión de estudiar, pero controlar las emociones, sentimientos o un determinado movimiento depende de muchas horas de vuelo sobre un tapete verde.
Actualmente, las nuevas tecnologías han abierta una puerta inmensa a aquellas personas que desean formarse en el mundo del póker. Sí, aquí debemos mencionar a los conocidos como tutoriales. Se trata de esos vídeos que circulan por Internet y en donde se explica de forma detallada cómo convertirse en jugador de póker. A modo de consejo: es positivo aprender de estos vídeos, incluso algunos reflejan grandes partidas, pero siempre es necesario haber pasado por la primera curva del aprendizaje: saberse las reglas y practicar con amigos o aficionados que también están conociendo los intríngulis de este juego. Un aporte positivo de las nuevas tecnologías es el poder asistir a grandes torneos en donde aprender de los grandes profesionales. Y dentro de esta tecnología, debemos mencionar la opción de participar en foros o debates con otros aficionados en donde intercambiar conocimientos y opiniones. Recuerda que no se deben dar secretos o consejos de uno, porque estaremos revelando parte de nuestros trucos y un buen jugador de póker nunca revela sus secretos.
No todo se basa en aprender y ver vídeos; la practica es un apartado igualmente esencial. Jugar y jugar partidas, ya sea contra otras personas o contra alguna máquina siempre es positivo, porque este juego de naipes exige algo que otros juegos no piden: cuanta más partidas y más experiencia, mejor para convertirse en un profesional. Si superamos todos estos escalones previos, quizá, con un poco de suerte (como todo juego de azar, la suerte es bienvenida), podremos embolsarnos unas importantes sumas de dinero. Sí, y no crean que distan mucho de algunos grandes deportistas. Hay partidas en donde se ganan más de 15 millones de euros; y jugadores que suman más de 50 millones de euros en ganancias. No es lo normal, pero con una buena mano, al menos, sí podemos sumar unos cuantos de miles en nuestra cuenta corriente. En España, el jugador principal de póker suma una cifra en ganancias superior a los 12 millones de euros.