Existen determinados tipos de herramientas que son imprescindibles para que una empresa alcance un alto nivel de competitividad en un mercado tan globalizado. Estamos hablando de los sistemas de gestión de calidad, también conocidos como SGC.
A lo largo de este artículo te contaremos cuáles son los principales aspectos que debes considerar a la hora de elegir las mejores herramientas para la mejora de la calidad; esas que se adapten a tus necesidades y cumplan ampliamente con todas tus expectativas.
¿Qué es un SGC o sistema de gestión de calidad?
Cuando hablamos de un sistema de gestión de calidad, conocido por sus siglas: SGC, nos estamos refiriendo a una herramienta destinada exclusivamente a que las empresas puedan cumplir con los máximos estándares de calidad, de manera que gracias a ello lleguen a obtener la completa satisfacción de sus clientes.
Los SGC se basan en la familia de normas ISO 9000, específicamente el que ha de ser implementado en ellos es la ISO 9001:2015 que permite obtener la certificación.
Criterios generales para seleccionar y usar herramientas de mejora
A medida de que una empresa es capaz de seleccionar herramientas más adecuadas e innovadoras, se prepara para afrontar los enormes desafíos que el mercado le presenta.
Es por ello que utilizar un software de gestión de la calidad se convierte en su mejor baza para optimizar los procesos y cumplir con todos los requisitos de las certificaciones ISO de calidad.
Técnicas de representación de procesos y flujos de trabajo
Un proceso de gestión se representa gráficamente con el diagrama SIPOC, que por sus siglas en inglés significa:
Supplier: es quien aporta los recursos al proceso.
Inputs: se refiere a todo aquello que se necesita para que el proceso se lleve a cabo: personal, maquinaria, información, materiales, etc.
Process: se trata de los procesos que, actuando juntos, convierten las entradas en salidas, otorgándoles un valor añadido.
Outputs: son los productos o servicios generados.
Customer: Es el cliente final, cuya satisfacción debe ser la prioridad de una empresa.
Herramientas para la mejora continua
Las normas ISO 9000 se basan en ocho principios de gestión de calidad que se enfocan fundamentalmente en la atención al cliente y la mejora continua. Estos principios tienen como principal objetivo proteger a las empresas de cometer errores fatales y son los siguientes:
- Enfoque al cliente. Este es probablemente el principio fundamental, ya que una empresa sin clientes definitivamente no existe. Es por tanto que la empresa ha de esforzarse por comprender las necesidades de sus clientes para cumplir con sus expectativas.
- Liderazgo. Es importante contar dentro de la empresa con la figura de uno más líderes adecuados para crear un entorno empresarial productivo.
- Participación del personal. Al igual que los clientes son un actor primordial en una empresa, contar con un personal motivado, comprometido y con las habilidades necesarias es crucial para alcanzar el éxito.
- Enfoque basado en procesos. Para evitar problemas logísticos es importante tener unos procedimientos correctamente establecidos. De este modo, los empleados podrán trabajar como un verdadero equipo sin necesidad de perder el tiempo en resolver los errores cometidos por el camino.
- Enfoque de sistema para la gestión. Este principio se asienta en el anterior, mantener en todo momento un sistema claro de gestión ayuda a agilizar tu negocio.
- Mejora continua. El éxito de una empresa está en buscar mejorar continuamente, ya que si no lo hace sus competidores no tardarán en ganarle el mercado. Hay que estar siempre un paso por delante de los demás.
- Enfoque basado en hechos para la toma de decisiones. La explicación de este principio es sencilla: las decisiones han de tomarse en base a un análisis exhaustivo de los datos. Olvídate de las intuiciones y los cuentos de hadas a la hora de explicarles a tus inversores por qué las ganancias de tu empresa han disminuido este año.
- Relaciones mutuamente beneficiosas con el proveedor. Si dependes de proveedores externos, las relaciones que establezcas con ellos deben beneficiar a ambas partes. De lo contrario se convertirá en una relación a corto plazo y esto no beneficia en nada el cumplimiento de las demandas de tus clientes ni la negociación de los costes.
En definitiva, la herramienta de gestión de calidad ideal no solo debe ser capaz de brindar beneficios directos a la empresa sino que además, ha de contribuir a una correcta gestión de riesgos y costes. Asimismo, favorecerá la mejora continua del funcionamiento de una empresa y dará por resultado lo más importante: clientes satisfechos.