Las traducciones de uso y etiquetas de productos deben redactarse de forma clara y precisa a través de un lenguaje técnico. Así, los clientes de cualquier parte del mundo pueden informarse correctamente sobre las especificaciones correspondientes, sin dudas ni inconvenientes por una mala traducción.
El lenguaje técnico es fundamental para responder al Reglamento Europeo en la traducción de instrucciones de uso y etiquetas. Pero una de las dificultades es emplear este lenguaje cuando no se tienen los conocimientos necesarios para comprender cuáles son las palabras más adecuadas para traducir un contenido.
Ante esta circunstancia, lo ideal es contratar a un traductor técnico que trabaje en la traducción médica y de productos sanitarios, farmacéuticos, cosméticos, alimenticios, entre otros, que requieren de una información acorde a la realidad.
La normativa europea exige la traducción de los productos
En Europa la traducción es obligatoria por el reglamento europeo de productos sanitarios. El Reglamento (UE) 2022/112 del Parlamento Europeo y la seguridad general para determinados productos sanitarios establece que, si alguno puede presentar riesgos, es preciso incluir la advertencia pertinente en el idioma correspondiente de manera comprensible e informativa.
El lenguaje debe ser técnico, utilizando las lenguas oficiales del país en el que se va a comercializar el producto. Asimismo, es fundamental que incluya una etiqueta de presentación, instrucciones de uso, instrucciones de mantenimiento, posibles avisos y mantenimiento, o cualquier otra información necesaria en el idioma oficial.
El fabricante, distribuidor e importador del producto asumen todas las responsabilidades que causen daños o problemas en el consumidor debido a instrucciones erróneas o insuficientes en cuanto a la traducción. Ante ello, todos los países de la UE aplican las mismas normas de traducción oficial que debe conocer el traductor.
El marcado CE
Los productos comercializados en distintos países de la UE también se regulan a partir de las exigencias del reglamento en el marcado CE. El Espacio Económico Europeo es el que certifica que el producto cumple con los requisitos de seguridad, sanidad y protección del medio ambiente exigidos por este territorio europeo.
Según el Real Decreto 1644/2008, antes de la comercialización o venta de algún producto, el fabricante debe verificar qué normas son aplicables al producto para llevarlas a cabo y evitar sanciones. A su vez, es obligatorio traducir el manual de instrucciones y analizar los riesgos del producto para colocar detalladamente en el etiquetado sus advertencias.
Los retos de la traducción técnica
La medida de precaución y seguridad más exigida por el reglamento europeo es la traducción de rótulos, placas y etiquetado de los productos. Por norma general, los rótulos y placas informan sobre algunas características del producto, pero tienen que ser textos claros y duraderos. Las señales de advertencias proporcionan información comprensible con pictogramas, símbolos y colores como el amarillo.
Cualquier información se expresará en la lengua o lenguas oficiales del país europeo. El traductor técnico debe conocer estos retos y saber cómo enfrentarlos para interpretar y traducir el contenido del producto tanto en texto como en símbolos que aparecen en rótulo, placas e instrucciones.
Es vital que la traducción sea correcta, ya que la seguridad de los consumidores no es un juego. No se puede traducir sin experiencia ningún producto.
¿Quién puede realizar este tipo de traducción técnica?
Cuando se necesita una traducción técnica para productos sanitarios, lo ideal es crear un glosario de términos y nomenclaturas que faciliten la traducción. Esto es tarea de los traductores especializados para que puedan hacer las traducciones de manera adecuada.
La traducción se adapta a un mercado local específico desde una lengua, contexto y cultura acorde a los consumidores. El contenido textual y gráfico será totalmente comprensible. Los pasos a seguir son:
- Palabras, idioma y vocabulario específico.
- Comunicación constante y efectiva con traductores técnicos.
- Claridad en las terminologías y definiciones.
- Características de los clientes y el mercado local.
Confiar en un equipo de traducción profesional es la mejor decisión para que la marca de una empresa sea popular a nivel internacional con productos de alta calidad y específicos en cuanto a usos y etiquetas. Si se sigue el reglamento europeo, no habrá riesgos ni problemas.