A pesar de la expansión de Internet y el auge de las nuevas tecnologías, el deporte sigue teniendo un peso predominante en medios de comunicación tradicionales como la televisión. Por supuesto, se están dando procesos de transformación en los modelos de consumo, pero esto no cambia una situación en la que los eventos más importantes aglutinan a miles de espectadores.
De hecho, durante el primer semestre de 2021, tanto los partidos de fútbol como el tenis se han convertido en líderes de audiencia. Los datos ofrecidos por GECA, una empresa española especializada en investigación audiovisual, demuestran que entre las jornadas de LaLiga, los encuentros de la Euro 2020 o los partidos del Open de Francia se ha acumulado un share que alcanza el 14,7% de los espectadores.
Esta situación se da tanto en canales de pago y a través de la TDT, demostrando que estamos ante un modelo de negocio que sigue siendo muy rentable. Por lo tanto, esto nos permite predecir más beneficios económicos para este tipo de competiciones, ya que parten con ventaja a la hora de negociar la cuantía de los derechos televisivos.
LaLiga, gran rival a batir en las audiencias
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Una de las competiciones que cuenta con un nicho de mercado muy amplio en España es LaLiga Santander, especialmente tras un fin de temporada agónico que decidió el ganador durante la última jornada. Además, no podemos pasar por alto que el espectador tiene la oportunidad de disfrutar de estos partidos en un formato “multipantalla”, combinando la televisión con las plataformas digitales.
De esta manera, puede ver el partido en directo a través del televisor, pero también seguir pronósticos deportivos o información detallada a través de Internet. Gracias a ello, genera una relación de 360º con su deporte favorito, conociendo de antemano alineaciones, resultados anteriores o cuotas que demuestran qué equipos y jugadores llegan como favoritos para hacerse con la victoria.
Una tendencia que podría cambiar a corto plazo
Eso sí, esta tendencia al alza en las audiencias podría cambiar a corto plazo, algo con lo que juegan los operadores para tratar de pagar menos por los derechos televisivos. De hecho, LaLiga tendrá que renegociar durante este verano los contratos para las próximas temporadas, por lo que tendrá que aprovechar la ventaja de las audiencias para paliar el traslado de los espectadores desde los medios de comunicación tradicionales hacia el ámbito digital.
Este proceso es inevitable y lleva produciéndose desde hace unas dos décadas, pero con el paso de los años se desarrolla a una mayor velocidad. Por lo tanto, a pesar de que el deporte sigue triunfando en televisión, necesita encontrar nuevas fórmulas para atraer a los espectadores, aprovechando estrategias multimedia que permitan generar una relación de fidelidad con las audiencias.
Este panorama es una realidad para cualquier empresa audiovisual, debido a que estamos ante uno de los sectores que más se han transformado para adaptarse a esta época marcada por la tecnología y la digitalización. De este modo, todo apunta a que se mantendrá una etapa híbrida entre la televisión e Internet, pero la red irá ganando cada vez más peso con el paso del tiempo.