Lo que comenzó como una transición temporal ha demostrado ser una solución más permanente para muchas empresas.
Sin duda, 2020 ha sido un año diferente a cualquier otro, con la pandemia de coronavirus dejando su huella para siempre en la forma en que vivimos y trabajamos.
Las organizaciones se vieron obligadas a navegar en un entorno que cambiaba rápidamente y el departamento de recursos humanos estuvo a la vanguardia de las iniciativas que respondían a una amplia gama de tendencias transformadoras internas y externas, desde el bienestar de los empleados hasta los nuevos modelos de fuerza laboral y objetivos de la empresa.
Las prácticas en la oficina cambiarán para siempre
Si bien el trabajo y sus desafíos en la oficina que rodean a la covid-19 ciertamente aumentarán y disminuirán, la mentalidad que lo acompaña estará destinada a permanecer. Y es que muchas prácticas en el lugar de trabajo y demandas de los empleados cambiarán para siempre, tanto los jefes como los empleados deben estar preparados para eso.
Con el avance de la tecnología, las organizaciones tienen la oportunidad de transformar y revisar la cultura de su empresa, que juega un papel fundamental para brindar una experiencia positiva a sus empleados.
El cambio global de la noche a la mañana hacia el trabajo remoto otorga un gran valor a los acuerdos laborales flexibles. Y aunque la flexibilidad del trabajo remoto puede ser excelente, no está exenta de desafíos.
Además, el uso de tecnologías como Telefonia IP o Microsoft Teams, además de centralita en la nube ha permitido que, pese a la distancia y la barrera física, siempre haya una conexión y se esté hablando en cada minuto del turno laboral.
Temor a la relajación
Encuestas recientes muestran que una de las principales razones por las que muchos gerentes no aprueban el trabajo remoto es porque temen que los empleados se relajen sin esa supervisión física y presencial.
Pero, de hecho, la realidad tiende a ser lo opuesto: los trabajadores en remoto tienen más probabilidades de trabajar en exceso, porque cuando su vida personal y su trabajo están bajo el mismo techo, es más difícil desconectarse.
En los últimos meses, ha quedado claro que, si bien los empleados han adoptado la flexibilidad del trabajo remoto, también anhelan la interacción social de la vida en la oficina.
Tras varias encuestas e informes en Oriente Medio, casi tres cuartas partes de los profesionales de la región prefieren trabajos que les permitan trabajar de forma remota y les brinden una opción flexible entre la oficina y el hogar.
Pero al menos dos días a la oficina
El resultado es que la mayoría de los empleados no ven el trabajo remoto a tiempo completo como una solución a largo plazo y muchos desean regresar a la oficina al menos dos o tres días a la semana.
Después de todo, los seres humanos somos animales sociales, e incluso en la era digital y la revolución de la comunicación, todavía necesitamos alguna conexión física para estar emocionalmente sanos y psicológicamente satisfechos.
Y si bien los informes muestran que en la nueva norma actual, los empleados y los solicitantes de empleo esperan que las empresas estén más abiertas a las políticas de trabajo remoto que antes de la crisis, aún está por ver si las empresas escucharán a sus empleados y cumplirán su deseo a largo plazo.